La película «Gladiador» de Ridley Scott fue todo un éxito en su estreno para el año 2000, con una historia centrada sobre la venganza de Maximus Decimus Meridius, general romano traicionado, interpretado por Russell Crowe, capturó a la audiencia al instante, con una recaudación en taquilla de más de cuatrocientos millones de dólares, nominada a múltiples premios y ceremonias, incluyendo los premios Óscar, BAFTA y los Globos de Oro. Con 119 nominaciones en su bolsillo, la película ganó 48 premios.
Por lo que existía gran expectativa en su nueva secuela. La cual ya llegó a las salas de cine, pero ¿realmente la secuela está a la altura de su predecesora? Si bien «Gladiador 2» es un derroche de acción y un espectáculo épico, la verdad es que no logra sorprender ni emocionar de la misma manera que la original.
La fórmula repetida: Gladiador 2
La estructura de la película, dirigida nuevamente por Scott, sigue una fórmula similar a la vista 24 años atrás, con escenas que recuerdan demasiado a la primera parte. Al igual que su antecesora, el protagonista se ve obligado a luchar por venganza. Lucius Verus, sobrino del emperador Cómodo, villano de la primera película, se convierte en gladiador y busca sobrevivir en el coliseo, si bien la trama ofrece algunos giros interesantes, nunca llega a superar el impacto de la primera.
Actuaciones destacadas
Sin embargo, «Gladiador 2» no carece de méritos propios. Las actuaciones son excepcionales, como la de Denzel Washington, quien ofrece una de sus mejores interpretaciones, con un papel en el que raramente se encuentra, el villano Macrinus, se roba cada escena en la que aparece. De igual forma, Paul Mescal, quien asume el rol de Lucius, también brilla con una interpretación sólida, pero inevitablemente está destinado a ser comparado con Russell Crowe.
Scott lleva los combates y la violencia a un nivel aún más grande, con secuencias llenas de adrenalina. Las batallas, aunque extravagantes y algo fantásticas en su desarrollo, mantienen al espectador pegado a la pantalla. Aunque a veces excede la falta de realismo en la propia fantasía, como los tiburones en el coliseo, porque si bien en el pasado la arena del Coliseo sí era inundada para el entretenimiento de los romanos en las llamadas «naumaquias», representaciones de batallas navales, el integrar tiburones fue demasiado.
¿Un digno Sucesor?
Por último, «Gladiador 2» es una película que está lejos de ser tan memorable como la primera, sin embargo, es un espectáculo de proporciones épicas que logra honrar su legado y vale la pena verla para que puedas crear tu propia opinión basada en tu criterio, porque si eres fanático del cine épico, definitivamente disfrutarás de este film.
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