Ubicado en la ciudad de Lima, Yakimo es un restaurante Nikkei que traduce la filosofía del Feng Shui en una experiencia arquitectónica y gastronómica única.

Con apenas 40 m², el espacio de Yakimo fue concebido por el estudio Cotacero en 2024 como un ejercicio preciso de equilibrio entre estética, función y flujo energético.

Fotografías por: Iván Salinero
Descripción provista por el estudio de arquitectura

El diseño estuvo a cargo de Francesca Woodman, Renzo Gallese, Heishiro Fujimoto y Hideki Shimizu, con el apoyo de los internos Kevin Morriel y Martin Cevallos. La propuesta se basa en los principios tradicionales del Feng Shui, una disciplina que busca armonía en la disposición de los espacios a través de la interacción de cinco elementos fundamentales: tierra, fuego, agua, madera y metal.

En Yakimo, cada uno de estos elementos ha sido incorporado con intención:

• Tierra: presente en el uso de materiales rústicos en el piso, como el cemento vertido y el terrazo.
• Fuego: reflejado en el protagonismo de la cocina y en los acentos de color rojo que marcan su identidad visual.
• Agua: evocada mediante el uso de espejos que generan profundidad y superficies reflectantes.
• Madera y metal: integrados a través de materiales estructurales y acabados cuidadosamente seleccionados.

Las líneas curvas que definen el interior han sido trazadas para permitir una circulación fluida, guiando a los comensales a través del espacio sin interrupciones visuales ni físicas. Esta estrategia no solo optimiza el uso del reducido metraje, sino que responde a la intención de mantener un flujo energético constante, como lo dicta el Feng Shui.

El resultado es un ambiente que trasciende lo estético: un espacio diseñado para acompañar la experiencia de la cocina Nikkei —fusión entre la tradición japonesa y peruana— desde una perspectiva sensorial completa.

La propuesta arquitectónica de Yakimo se convierte así en un reflejo del espíritu de su cocina: precisa, respetuosa de su herencia y, a la vez, dispuesta a experimentar.