Viña del Pedregal es una bodega emblemática de Chile. En esta oportunidad, conversamos con la enóloga Natalia Pérez, quien nos dio detalles de los vinos que han llegado al Perú de la mano de Bodega San Nicolás. Descúbrelos.

Viña del Pedregal nació en 1825, cuando Carlos del Pedregal llegó a Loncomilla y plantó sus primeras vides. Con más de 200 años de trayectoria, han adquirido la experiencia suficiente para llegar a tener una línea Premium donde cada terroir es seleccionado según la variedad que quieren producir y lanzar al mercado. Cuentan con alta tecnología en la elaboración y producción de vinos. Asimismo, dentro de la familia existe una pasión enorme que se ha trasladado por generaciones que, hoy en día, es liderada por la séptima y octava generación.

Loncomilla está ubicada en el Valle Central de Chile, en la zona del Maule. Carlos del Pedregal se instaló aquí porque hay una incidencia climática favorable para el desarrollo de la vid. A medida que transcurrieron los años, Chile se fue clasificando dentro de sectores que producen distintos tipos de vino, y Loncomilla se caracteriza por producir vinos tintos de gran calidad. Esto ocurre principalmente porque el río de Loncomilla cruza por ese sector.

La oscilación térmica es muy amplia y vale decir que hay días muy calurosos, pero noches frescas. Por lo tanto, la maduración de la uva es lenta. Ello potencia mejores aromas, sabores, estructura y calidad de taninos.

En Viña del Pedregal elaboran 70% de vinos tintos y 30% de blancos. Los vinos blancos provienen de campos más cercanos a la cordillera, la cual les aporta frescor. «Hoy en día, abarcamos dos líneas de vino. Una de ellas es Kidia, en la que trabajamos varietales, Reserva y Gran Reserva. También está la línea Premium, donde encontramos Eloisa, Origen y Since 1825. Desarrollamos blends porque buscamos las mejores uvas en los terroirs más destacados de diversas Denominaciones de Origen», comenta Natalia Pérez, enóloga de la firma.

La línea Premium se compone de tres niveles. En palabras de Natalia, esta va enfocada en que el consumidor perciba el aroma y sabor varietal de cada uva con mayor complejidad, estructura y volumen.

«Buscamos potenciar las variedades de acuerdo al terroir de donde viene; suelo y microclima en el que se desarrolla. Partimos con la línea Origen que es un tributo a las siete generaciones de la familia. La viña tiene seis campos, por lo que seleccionamos las mejores uvas de un campo determinado cercano al río Loncomilla. De estas uvas generamos tres tipos de blend. Ha llegado al Perú el blend II con Carmenere, Merlot y Nebbiolo», enfatiza la enóloga chilena.

Después está la línea Eloise de monovarietales, que es más creativa e innovadora. Aquí quieren resaltar el frescor de cada variedad como Viognier y Pinot Noir.  «Hemos traído el Pinot Noir desde Casablanca, el mejor valle para producir esta variedad en Chile. Finalmente, está el vino ícono Since 1825, un blend que parte de las mejores uvas de los valles destacados de la viña. No abarcamos una sola Denominación de Origen. Desde el campo, seleccionamos las parcelas que tienen mejor maduración en la vendimia, cosechamos y las pasamos a la bodega para vinificar por separado en barrica de roble francés de primer uso durante 24 meses. Un vino bastante estructurado con final largo», revela Pérez.

La siguiente línea es Kidia, que incluye vinos varietales, Reserva y Gran Reserva. Están a la venta en todo el mercado retail peruano. «Tratamos de preservar el frescor, acompañado con un poco más de madera. Está pensado en un cliente poco conocedor de vino, el cual recién se atreve a probar. Empezamos con el entry level, donde no usamos madera. Logras apreciar el aroma y la estructura de la uva en los blancos y los tintos. Luego está Reserva, donde hay trabajo de madera en dos blancos y cuatro tintos. Pasan por 12 meses en barrica de primer, segundo y tercer uso. Después viene Gran Reserva con contacto de 12 meses en barrica de primer y segundo uso solamente», nos cuenta la enóloga.

«Con Kidia, ya tienes una mirada de lo que será la línea Premium. Queremos ver cuál es el impacto del Blend II, Since 1825 y Eloisa Pinot Noir para apostar en traer el resto. Desde la viña, tenemos el objetivo de potenciar nuestros productos. Para eso, tuvimos que hacer muchos cambios que hoy los consumidores pueden disfrutar», concluye.

¿Te animas a probarlos?