¿Es bueno exprimir la misma fruta hasta dejarla sin sabor o quedarte con el recuerdo de la experiencia inicial? Se lee un poco o muy metafórico, ¿verdad? Sin embargo, es una excelente premisa para iniciar el debate recurrente de si es necesario o no realizar una secuela de alguna película que haya sido exitosa en su momento o lo es actualmente. Es cierto que el cine, con el transcurso de los años, se ha convertido en uno de los negocios más importantes a nivel mundial y en cierta parte dejó de lado el espacio cultural, generacional o histórico para darle paso a la globalización y la economía. ¿Está mal? Realmente no lo está, pero aquí entra a tallar el punto personal de cada espectador tanto de manera individual como colectiva.
El rubro cinematográfico ha ido avanzando a gran escala, partiendo desde los clásicos hasta los éxitos más contemporáneos. Hemos tenido grandiosas películas individuales que han dejado un buen sabor de boca y millones en el bolsillo de quienes lo rodearon. Aquí es donde entra la cuestión y supongo que esto es lo que piensan los directores/productores: «¿nos quedamos con el éxito o lo replicamos en dos o tres películas más? No nos hagamos dramas. El público lo va a consumir porque la idea original ya es un éxito. Sea mala o no, ya hemos captado la atención del espectador».
Con esto no quiero decir que existan secuelas malas o paupérrimas, porque sí hemos tenido extensas franquicias que en el camino se han enderezado y encontraron la fórmula. Para no despegarme de lo que vengo escribiendo, vamos con dos grandes ejemplos que siempre llevo en la retina memorial. El Universo Cinematográfico de Marvel se rige bajo filmes que alcanzan hasta una o dos secuelas de su película inicial y han sabido dar en el clavo, como también golpear con el martillo. Capitán América y El Soldado del Invierno es una película exquisita por donde se la mire: llena de acción, drama y emoción. Escenas de peleas bien ejecutadas, historia política y social bien cimentada y actuaciones al nivel requerido; hicieron de esta cinta la mejor película de Marvel Studios. Capitán América: El Primer Vengador no es una mala cinta de origen, pero se queda ahí, pues no genera sentimientos desenfrenados.
¿Recuerdan cuando en 2018 se estrenó Aquaman? ¡Madre mía! Su fuerte, muy aparte de la historia, fue el apartado visual totalmente lúcido y lleno de aciertos. Aquaman y El Reino Perdido es solo un complemento casi innecesario que terminó por derrumbar un universo que venía alicaído y el recuerdo de una joya visual de años atrás. Para cerrar este pensamiento en pleno 2024 y a casi nada de su estreno, Joker 2 es un claro ejemplo de lo que podría estar bien o preocupar. Cuando se estrenó Joker, sin mucho ruido, generó un estruendo a nivel mundial con una historia extraordinaria llena de capacidad, afinidad y selectividad.
Un Joaquín Phoenix en su ‘prime’ como dicen muchos. Este filme le valió su triunfo en los Premios de La Academia. Sin embargo, su secuela se encuentra lejos de lo que fue la primera historia. ¿Será acaso que estamos ante un fracaso forzado o frente a un éxito descomunal? No les voy a mentir, siento miedo. Aunque el tiempo y el estreno nos darán el veredicto final, ¿son buenas las secuelas de éxitos taquilleros o es mezquino no darles una oportunidad a las continuaciones?
Periodista de cine
@cinesamu