El mes de diciembre comienza con películas llenas de un aire navideño, una de ellas marca el regreso de la veterana Lindsay Lohan al cine navideño con una clásica y ¿por qué no decirlo? algo predecible comedia romántica, aunque ligera y entretenida. La trama gira en torno a la vida de Avery, quien al conocer a la familia de su nuevo novio en las festividades de navidad, lo único que consigue es un sorpresivo encuentro con Logan, el personaje de Ian Harding. La trama es predecible, y aunque algunas situaciones logran arrancar sonrisas, no hay mucho más que ofrecer.
Un guion que no aporta nada nuevo
Este nuevo film dirigido por Stephen Herek cuenta con los clásicos elementos de esa comedia romántica que todo el mundo ha visto alguna vez en su vida. Y aunque el director optó por un enfoque mucho más cinematográfico que las tradicionales películas navideñas, la película no logra reinventarse. La falta de giros sorprendentes deja la sensación de estar viendo una película que podría ser cualquier otra reunión familiar, pero ambientada en Navidad.
La química entre los protagonistas, casi inexistente
Un factor que no ayuda a la película o a la trama de está, es la poca química que se apreciaba entre los protagonistas, Lindsay aunque presenta una Avery llena de carisma, como también está Ian quien regala un Logan amable y chistoso, no logran establecer una conexión con algo de realismo alguna. A pesar de los esfuerzos que pueden evidenciarse por ambos para mantener la historia a flote, las escenas entre ambos resultaban un poco forzadas en ciertos momentos. Lo que quizás despoja a la película de la chispa que normalmente caracteriza a las comedias románticas exitosas.
Un intento de profundizar que no llega a ser efectivo
Se debe decir que como espectador se apreciaban los esfuerzos del director de ofrecer un film con una historia que presenta elementos nuevos con una producción mucho más elaborada al emplear escenarios más realistas. El problema es que esté esfuerzo no se vio reflejado y no se encuentra acorde con el diálogo empleado en la película, con un tono ligero y superficial. El resultado es una película que no logra encontrar el balance entre la estética y el contenido narrativo.
Un éxito navideño con sabor a poco
A pesar de sus defectos, Our Little Secret ha logrado colarse en el top 10 de lo más visto en Netflix, lo que demuestra que las audiencias aún disfrutan de las comedias románticas navideñas. En un género que busca ofrecer entretenimiento sin pretensiones, con una fórmula ya conocida y gastada, la película no es capaz de lograr presentar un concepto nuevo, aún así es un film con destellos divertidos, con el que el público se puede entretener un rato, como un escape ligero para la temporada navideña, Our Little Secret cumple su propósito de ofrecer algo de diversión, aunque sin mucho brillo.
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