Recibimos la visita de Philippe Develay, Director de Vignoble Austruy, el grupo que acoge cuatro bodegas en Europa y se dedica a elaborar vinos enfocados en la calidad. De la mano de Romovi Wines, han traído a nuestro país dos novedades: un Vermentino de la Provenza y el primer supertoscano blanco en el mundo.

Fotos: Jaime Cuellar

Apasionado por los vinos y muy astuto en sus elecciones, Philippe Austruy ha formado un grupo de propiedades vinícolas con un alto potencial que llevó a la excelencia: La Commanderie de Peyrassol y el viñedo La Bernarde en Provenza (Francia), Château Malescasse en Haut Médoc (Francia), Quinta Da Côrte en el Valle del Duero en Portugal y Tenuta Casenuove en el corazón de la Toscana en Italia. Los viñedos de Austruy se han convertido en sinónimo de rigor, excelencia y arte de vivir. Robby Montenegro dio en el blanco con esta adquisición de sus importaciones para Perú. Romovi Wines goza de este amplio portafolio que ahora llega con novedades nunca antes vistas. Aquí el diálogo con Philippe Develay, Director de Vignoble Austruy.

¿Cómo llegaste a Vignoble Austruy? ¿Ello tiene que ver con tu pasión por el vino?

Antes tenía una carrera muy diferente. He trabajado en un grupo que manejaba estados en California, Argentina, África y Australia. Pero era un entusiasta del vino y me apasionaba, así que decidí entrar en el negocio. Cuando me mudé a Burdeos en 2008, tuve un año de entrenamiento, aunque no soy netamente un sommelier. Luego, Philippe Austruy me contrató. También tenía una pasión por los vinos. Empezó comprando Peyrassol en 2001. Luego Château Malescasse en 2012, y en 2014 y 2015 llegaron Quinta Da Côrte y Tenuta Casenuove. Su principal foco siempre ha sido la calidad. Todas las inversiones del grupo van destinadas a generar vino de calidad con diferentes expresiones del terroir. Lo respetamos como es y lo reflejamos.

¿Cómo se dio la alianza con Romovi Wines?

Cuando empecé a trabajar con un amigo en Uruguay, me dijo que tenía que conocer a Robby Montenegro porque en Perú le iba muy bien con la importación. Todos los vinos que tiene son buenos. Nos ha demostrado que hace un buen trabajo. Se ha convertido en un buen aliado estratégico y amigo.

¿Cuáles son las novedades que llegan por parte de Vignoble Austruy?

Provenza siempre ha sido referente de los vinos rosados. Sin embargo, estamos incluyendo Le Clos Peyrassol, un blanco 100% Vermentino. Le Clos es un pequeño bloque de cuatro hectáreas en la entrada de la estación. Estamos produciendo muy pocas botellas. Hacemos 3.000 y solo de los mejores años. Tiene que estar perfecto o no lo hacemos. Por otro lado, va a llegar a Perú un supertoscano blanco de Tenuta Casenuove. Es la primera vez que se hace, único en el mundo. Se compone de Semillón, Chardonnay y Chenin Blanc.

¿Qué debemos esperar de ambos vinos?

Lo que buscamos es tener vinos muy elegantes. Entonces, obviamente son aromáticos. Pero no queremos que el sabor del vino cubra la comida. Tienen un buen equilibrio con la gastronomía. Le Clos Peyrassol refleja el terroir con mucha mineralidad. Por supuesto, porque es de la Provenza. El de Toscana es sumamente innovador. Un poco estricto, de acidez alta y más exuberante.

Entonces, ¿hablamos de un auge de los vinos blancos?

Antes, por lo menos en Francia, se hablaba de vinos blancos en Borgoña, pero ahora hay tal demanda que el mundo se ha abierto a buscar en otras zonas como Provenza. Antes, solo era famosa por los vinos rosados que, por cierto, tienen un toque muy mineral y notas a rosas que gustan mucho. Son aromáticos. Robby siempre me dice que es imposible que en el Nuevo Mundo se encuentre un rosado como el de Provenza. La diferencia está en el equilibrio entre el azúcar y la acidez. No hay ningún otro lugar que te otorgue ese equilibrio. Cada espacio es único. Ahora lo disfrutaremos también con los blancos con Le Clos Peyrassol.

¿Y cómo apostaron por un supertoscano blanco? Eso es realmente único.

La historia viene de la familia Fonseca. Uno de los colaboradores más cercanos de Philippe Austruy y del grupo es Alessandro Fonseca, quien de hecho está a cargo de la bodega Tenuta Casenuove en Italia. Lo que han hecho es sumamente peculiar. Compraron unos terrenos al lado del río Arno que pasa por Florencia, y decidieron plantar únicamente uvas blancas francesas. De allí salió este vino con un
blend muy peculiar. No existe nada igual. Estamos muy contentos de traer ambas etiquetas
a Perú, pues su gastronomía está en la cima del mundo. Sabemos que de la mano de Robby todo marchará excelente.