La moda es una industria con sus bases consolidadas en la vestimenta femenina, pero en el calendario cada año nuevo inicia con la muestra de las colecciones masculinas otoño-invierno en Florencia, Milán y París. Según el portal WGSN; mientras los consumidores buscan un outfit más elegante, vemos a los diseñadores mostrar looks que mezclan los códigos de la ropa formal con un atractivo informal. Los trajes y las prendas individuales se visten con elegancia, pero son generosos en su ajuste. Las marcas de streetwear empiezan a mostrar looks más elegantes a medida que el público juvenil evita los códigos de vestimenta tradicionales.
Desde la evolución de los neutros hasta la mezcla de rojos audaces, los colores clave crean nuevos básicos a largo plazo, así como momentos de brillos sofisticados y llenos de energía; equilibrando tanto el atractivo informal como el formal en todas las colecciones. Algo que veremos con frecuencia es el uso de hoodies que combinan elementos de Supreme Comfort (una de las tendencias que veremos frecuentemente), materiales de punto circular aislantes y de confort acolchado. Las capuchas pueden ser drapeadas, sobredimensionadas o tener un ajuste ceñido sin corrientes de aire. Los tonos desteñidos y deslavados o los tejidos vintage con remanentes añaden un carácter único y vivo.
Asimismo, la camiseta gráfica permite a las marcas ejercer su autoexpresión en las pasarelas a través de estampados creativos, experimentales y divertidos. Las camisetas recicladas aportan una nueva dimensión al corte y confección con paneles contrastados unidos entre sí, mientras que los acabados lavados crean un efecto desgastado de inspiración vintage. El trench coat se redefine. Hablar de la corrección de una pieza no infiere que alguna vez estuvo mal pensada o ejecutada, si no más bien implica sugerir una nueva forma de construcción para mejorar su estructura o propósito. Una chaqueta bien cortada, pantalones elegantes y un bonito abrigo largo y recto son los imprescindibles para este invierno.
El estilo vintage se mantiene. Si hay un claro ejemplo de que los complementos son clave, ese es Drôle de Monsieur. Con sus corbatas de rayas, boinas, guantes colgados del cinturón, mochilas de piel y zapatos de cordón; ser el primero de la clase nunca fue tan fácil. El estilo de abuelo está a la orden del día. Los viejos cardiganes y otros suéteres de aspecto anticuado eran incontables en las pasarelas, preferiblemente atados al cuello o a la cintura. La sastrería se establece a través de un chic minimalista con un toque británico en innumerables looks de cuerpo completo, tono sobre tono, con una paleta neutra u otoñal, propuestos en los tejidos más hermosos, de la cachemira al tweed; así como magníficas lanas con un notable regreso de los grandes clásicos masculinos.
Los diseñadores compiten en el campo de la innovación para modernizar el traje, menos dramatizado y ahora asociado a prendas más sencillas como el suéter de cuello alto o con cuello ancho con cremallera, e incluso a prendas deportivas como la sudadera con capucha. Ciertos elementos utilitarios o de ropa de trabajo como pantalones cargo, monos o chaquetas completan el look, incluyendo buzo o sets en versión chic. Texturas como el terciopelo en prendas y el denim estarán más fuertes que nunca. También los bordados en chaquetas y las prendas voluminosas. En lo personal, ver que la moda evoluciona tanto me encanta. Veremos qué nuevas tendencias nos sorprenden para la siguiente estación.
Diseñadora de modas