Visitamos Sonia, la insignia culinaria de Chorrillos. Respetando los insumos marinos y la tradición gastronómica, la familia Guardia lleva 45 años ofreciendo lo mejor a todos sus clientes. Los encuentras en La Rosa Lozano y Tirado 173.
Fotos: Daniel Yong
Sonia proviene de una familia de pescadores que, durante cuatro generaciones, ha perfeccionado y mantenido las recetas marinas tradicionales. «Mis padres (Freddy Guardia y Sonia Bahamonde) se conocieron en el muelle, se unieron y compraron esta casa donde también comenzó la historia del restaurante. Empezamos con cuatro mesas y nuestros primeros clientes. Hoy, llevamos 45 años siendo testigos de que la comida tradicional y la unión familiar siguen vigentes», relata Sonia Guardia.
Quien ingresa a Sonia se siente en la casa de un pescador. De eso no cabe duda. Sus primeros comensales fueron los socios del Club Regatas, quienes iban corriendo la voz sobre las bondades del lugar. Llegaban empresarios, políticos, deportistas y más. Y es que llama la atención que Sonia siga siendo un espacio cerrado. «Estoy en el restaurante desde los 17 años. Mis hermanos se han quedado en la administración del negocio, yo en cocina y mi papá constantemente detrás de nosotros evaluando los pescados que ingresan», agrega. «Siempre digo que mi mejor pesca ha sido mi esposa Sonia. Cuando ella partió, me dejó este restaurante que ahora manejan nuestros hijos», señala Freddy.


Como toda familia chorrillana, buscan destacar el sabor del producto al máximo. Se rigen a la pesca del día y respetan las vedas. Siguiendo esa tradición, llevan más de 20 años de alianza con la familia Queirolo, quienes los abastecen de pisco y vino, especialmente blanco. Ambos son un excelente acompañamiento para la cocina de Sonia. Probamos tiradito del día con crema de ají amarillo, choritos a la chorrillana, pulpo al olivo, ceviche de conchas de abanico y un ceviche mixto que lleva pulpo, lapa, langostinos y conchas.
Ideal iniciar con un Pisco Sour de Intipalka Quebranta. Presenta en primera impresión aromas herbales y frutos secos. En boca, es dulzón y cálido, de buena estructura, suavemente seco con aromas a nueces, hojas secas y suave fruta pasa. Final amplio y muy correcto. Es el mejor aliado para la gastronomía marina, especialmente la que es tradicional como en Sonia. Con el tiempo, nos cuentan que también fueron incluyendo al vino entre sus opciones. El que se maneja por aquí es Intipalka Sauvignon Blanc, una apuesta segura para su oferta culinaria. Un vino bastante expresivo, donde destacan notas cítricas, manzana y durazno. En boca, refrescante, vivaz y de buena acidez. La estructura es liviana con final largo y exquisito. Le fue muy bien con todas las propuestas.



En la actualidad, cada cliente que visita Sonia sabe que encontrará un espacio para disfrutar en familia y apreciar los matices de una cocina que destaca el producto chorrillano como en ningún otro lugar. Los visitas en La Rosa Lozano y Tirado 173, Chorrillos. Síguelos en redes sociales como @restaurantsonia.
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