Conversamos con Claudia Eraso, sommelier y formadora, para conocer los objetivos y las novedades que la Escuela Argentina de Sommeliers (EAS) ha trazado en nuestro país durante este 2025.
¿Cómo se dio tu acercamiento con Marina Beltrame para abrir un programa de la EAS en nuestro país?
Egresé de la Escuela Argentina de Sommeliers en 2001. Nunca perdí el contacto con Marina a lo largo de los años. Durante la pandemia me anoté para un curso de mate y ella me escribió. Pensé que era por el curso, sin embargo, me sorprendió su propuesta de traer la escuela a Perú. Por supuesto, necesitaba una empresa seria que respalde la parte administrativa y logística. La primera persona en la que pensé fue en Robby, pues estudiamos juntos. Él sugirió que fuera Inés Pezzarini, quien es el pilar empresario de este proyecto que es dirigido por mujeres emprendedoras en el mundo del vino. Así arrancó la EAS programa Perú. Marina vino a realizar el lanzamiento y desde ese momento todo ha sido muy orgánico. Durante la pandemia, surgió la modalidad semipresencial y asincrónica. Antes no había forma de estudiar a distancia. Este es uno de los puntos que marca la diferencia de la EAS con otras escuelas.
¿Cuál fue el desempeño de tus dos grupos anteriores? ¿Qué aprendizajes te llevas de ellos?
El primer grupo fue el más difícil porque era la prueba piloto y también por estar compuesto de sommeliers ya certificados o que se desempeñaban en servicio. Les pareció bueno el formato, aunque tuve algunos abandonos por el alto nivel de exigencia. El temario que dictamos aquí es el mismo que en Argentina, solo que nosotros lo dictamos en un año. Los exámenes finales se dividen en tres pruebas: teoría, cata y maridaje y la puesta en escena del servicio. Cada instancia es independiente y tiene un puntaje. Estoy muy sorprendida de los resultados, pues algunos alcanzaron la excelencia. En cuanto a mi segundo grupo, considero que fue muy lindo. Tenían otro nivel de expectativa. Y la camada actual son los más chancones que me han tocado. Siempre me piden más aprendizajes. Creo que soy una de las sommeliers más antiguas, con 24 años de experiencia, y tuve que convencer a los participantes a partir de mis conocimientos. Finalmente, en la enseñanza pude encontrar el lugar que más me gusta de la sumillería.

¿De qué manera se compone la currícula?
El sommelier siempre ha estado ligado al vino. Abordamos diversos países del mundo, vitivinicultura y vinificación. Después arrancamos con los productos gourmet. Pasamos por puros, cerveza, aceite de oliva, quesos, destilados, café, té, agua, cacao. Cabe resaltar que muchas de esas clases son dictadas por especialistas en la materia, lo cual nos da un valor agregado.
Este año se suma Gabriela Rovati. ¿Cuál es su aporte en la EAS?
Gabriela cuenta con formación en enología y también ha llevado la carrera de sommelier. Desde el año pasado sentía que necesitaba un apoyo, pues sumar una voz siempre es necesario y enriquece el discurso ante la audiencia. Ahora que se ha integrado Gaby, podemos proponer algunas masterclasses con enólogos, agrónomos o especialistas tal como lo hacen en Buenos Aires y Mendoza.
¿En qué consideras que se desmarca la EAS de otras escuelas?
La EAS fue pionera en Latinoamérica. Marina tiene veinticinco años en el rubro y un nombre ganado en el mundo de la sumillería y la docencia. Es muy exigente. En Perú nos preocupamos mucho por los productos que se degustan en las catas presenciales, poniendo énfasis en dar productos de alta calidad para enriquecer el conocimiento de los participantes. Del mismo modo, la escuela siempre ha sido precursora de hacer comunidad. De hecho, las catas que se hacen fuera de la currícula son para integrar a las distintas promociones de la EAS. Asimismo, nuestra currícula siempre está actualizada y se va agregando continuamente material a la plataforma virtual.

¿Qué novedades traen para este 2025?
Estamos empezando con un nuevo grupo este 10 de marzo. Todavía están abiertas las inscripciones para el que esté interesado. También queremos llevar la EAS al interior del país. Por otro lado, la primera masterclass, de varias que realizaremos con nuestros sponsors como Romovi, Riedel, Socossani, etc. ya está programada. Será un taller de cristalería con copas Riedel. Y por supuesto que vamos a apoyar al evento Premium Tasting como cada año. En líneas generales, el foco de este año está en seguir desarrollando los factores que suman a la escuela.