Por John Santa Cruz (@josancru)
De nuevo por acá, pero esta vez para plasmar una nueva historia. Otro libro que me toca escribir en mi agitada vida como periodista, sin embargo, en esta oportunidad saboreando una traición que, más que doblegarme, me motivó para zambullirme en una piscina llena de sueños y lealtades. El puño que empujó esa daga sobre mis espaldas no se percató de que alimentó con la semilla del ermitaño a un león que andaba tocando violines por aquí y por allá, y dejaba que las cebras le tendieran la cama sin saborearlas. Pero ese cuchillo a traición, digno de alguien que no puede armar un cubo mágico de dos colores, fue de una goma esmirriada (hecha en China). Todo lo que se me viene a la mente es culpa de Plutón. Sí, como lo leen. Esto me lo advirtió una amiga a quien quiero mucho —un poquito loquita— cuando el mencionado planeta dejó Capricornio luego de varios lustros. Eli sigue de cerca todos los movimientos astrales y me alertó que se venían cambios radicales para mí. Me explicó que Plutón genera energías singulares sobre los signos. «A nivel individual, cuando Plutón estaba en Capricornio, quizás hayas experimentado profundas transformaciones en tus estructuras y creencias más arraigadas. También podrías haber sentido una mayor conciencia de las dinámicas de poder que gobernaban algún área de tu vida. Mira hacia atrás y reflexiona qué aspectos de tu vida personal vivieron una reorganización intensa en estos últimos 15 años». Literal. Siendo sincero, no le hice mucho caso. No soy de los que creen en estos temas. Más bien, el tema de los signos me servía como carta bajo la manga en alguna discoteca del sur. Sin embargo, febrero fue un mes que nunca olvidaré: tuve que dejar una revista que formé, le di el nombre (lástima que Indecopi no sea férreo con las propiedades intelectuales) y construí por más de nueve años; para hoy apostar todas mis fichas en esta revista que están leyendo. Placeres, para ir en retrospectiva, nació exactamente el 18 de diciembre de 2011, cuando me encontraba editando Revista Dionisos. Su génesis se dio para compartir mis experiencias foodies de aquel cargo. Con el tiempo se dejó estar y no fue hasta el 2023 que le di una segunda oportunidad para ser el soporte de Placeres Podcast, mi espacio de conversaciones que ya va por su tercera temporada con viento en popa. Allí se le dio una web y una identidad. Sin tener una bola de cristal, estaba creando algo que destronaría a la ex revista que dirigía. Hoy, luego de que Plutón se comió la mente de los acuarianos, me dejó con cambios férreos y, sobre todo, con lindas proyecciones. Los vaivenes de la vida, a los que estoy acostumbrado, solo me confirman que soy un tipo que destila resiliencia. No obstante, este castillo no se construye solo. Detrás hay un equipo que sabe coger bien el pincel y pintar un lindo cuadro. Si quieres ganar una guerra, hay que tener buenos soldados y no remedos de ellos. Valeria en la edición general, Fabiana con sus tiempos en todas las redes sociales, Gustavo en el diseño, Joaquín con las fotos de portada, Oscar con las superproducciones y Fiorella con sus textos limpios. Me voy a comer todo el espacio nombrando al equipo, pero en total somos más de treinta comunicadores y periodistas con ganas de comerse el mundo. Hay más en el ecosistema Placeres. Está Placeres Lifestyle, una revista llena de vida. También viene Placeres Gourmet que sale todos los 15 y es totalmente especializada en bebidas y gastronomía. A esto se suma Placeres Podcast con sus más de 10 mil oyentes por episodio, y finalmente Revista Warhol que sale en abril y atenderá todo el contenido luxury de Lima. Este es el inicio de una historia para el recuerdo. ¡Salud por Placeres!