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HABLEMOS DE SNEAKERS

April 16, 20245 min read

Por Claudia Aguilar Valdivia

Las zapatillas son un elemento indispensable en nuestro closet. No solo se utilizan para hacer deporte, sino también para el día a día. Creamos looks increíbles o simplemente las coleccionamos. Desde una necesidad para proteger los pies o para trabajar, pasó al deporte y luego a la calle. Finalmente, se pasean con mérito propio por famosas pasarelas. Como siempre, vamos por el origen. Se dice que sus inicios datan del año 8.000 a.c. Elaboradas de madera y su uso era totalmente práctico; pero no fue hasta el 480 a.c que se marcó un antes y un después en el mundo de los deportes. Ello ocurrió con la aparición de un hombre (mensajero del pueblo); quien las popularizó y fue el causante de la creación de la disciplina deportiva conocida como maratón.

A finales del siglo XVIII fueron elaboradas por fabricantes de cauchos que utilizaron la goma de las ruedas de bicicleta para su confección. Su uso era especialmente laboral y para evitar que se pegara el exceso de petróleo en la planta de los pies. Las primeras zapatillas deportivas se conocieron en Inglaterra con el nombre de ‘plimsolls’, una palabra de origen náutico. Fueron hechas de suela de goma y la parte superior de lona ​​con diseño totalmente sencillo, especial para la época. Para 1852 se especificaron los primeros zapatos para correr. Confeccionadas con cuero y suelas del mismo material. Tuvieron clavos conocidos como espigas porque ofrecieron mayor agarre. Este modelo duró cinco décadas en el mercado.

Las primeras zapatillas que se comercializaron de manera masiva fueron las Keds. Este calzado quirúrgico con suela de goma y tela en la parte de arriba se enfrentó a varios competidores en el mundo de la moda y el calzado, especialmente en Inglaterra y Estados Unidos.  Un par de años después de los Keds, Marquis Converse, fundador de Converse Rubber Shoe Company, creó las famosas zapatillas All-Star o Converse. Tenían la suela de goma y eran exclusivas para la élite norteamericana del baloncesto. Años más tarde pasaron a llamarse Chuck Taylor All Star en memoria del jugador estrella del equipo de Indiana.

En aquella época la cultura de las zapatillas empezó a despegar más allá de las canchas de baloncesto. Cuando el influyente grupo de hip-hop Run-D.M.C. lanzó su sencillo My Adidas en 1986, consiguieron el primer contrato de patrocinio de su clase con la marca. Poco después, Kurt Cobain de Nirvana hizo de Converse un símbolo de rebeldía y juventud. La mayoría de los sneakerheads atribuyen la aparición de su subcultura al auge de las zapatillas avaladas por atletas a finales de los 70s y a principios de los 80s. Las Chuck Taylor All-Star de Converse habían dominado las canchas de baloncesto durante décadas. Por ello, marcas como Puma y Adidas empezaron a entrar en acción.

A medida que las zapatillas se volvían más codiciadas, las empresas de calzado se volcaron en generar expectativa colaborando con famosos y marcas de lujo. Del mismo modo, lanzaron pequeños lotes de zapatillas de edición limitada con diseños llamativos. Las zapatillas bizarras se convirtieron en objeto de deseo para los coleccionistas y el mercado de reventa floreció. Artistas fundamentales como Rihanna, Travis Scott y Kanye West definieron el mundo del calzado durante casi una década con sus icónicas colaboraciones. En la actualidad, las sneakers son toda una cultura, expresión personal y arte que se exhibe en museos y subastas de diseño. Un solo par puede llegar a valer millones.

Diseñadora de modas

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