Desde este viernes 06 hasta el lunes 09 de octubre podrás asistir a la feria del turrón ubicada en el distrito de Miraflores. En esta feria podrás encontrar una gran variedad de turrones que te ayudarán a darle un pequeño dulce a tu vida.
No cabe duda de que el mes morado trae consigo sus expectativas culinarias. El turrón es un postre que se puede comer en cualquier época del año. Sin embargo, se disfruta más en su mes. Y es que en octubre, comer turrón también se ha vuelto una tradición religiosa. Por eso, en el distrito de Miraflores se realizará el Festival de Turrón. Un festival en el que convivirán distintos tipos de turrón durante cuatro días. Desde el viernes 06 hasta el lunes 09 de octubre, todos los peruanos podrán acercarse al pasaje Porta, al frente del teatro Julieta en Miraflores. El ingreso será gratuito, así como las ganas de degustar los distintos tipos de turrones que estarán a disposición del público visitante.
En esta nueva edición del festival del turrón, participarán más de 10 pasteleros artesanos y productores del turrón Doña Pepa, uno de los más tradicionales en el país. Dentro de la variedad de turrones para degustar, se encontrarán turrones integrales, veganos, de maíz morado, de quinua, con ajonjolí y, por supuesto, los tradicionales.
Aunque el turrón será quien se lleve todos los elogios, Rosmery Hercilla, organizadora del evento, aseguró que el público también podrá degustar de dulces tradicionales de Chincha, alfajores arequipeños, una gran variedad de panes de masa madre, guaguas, chaplas de Ayacucho y mucho más.
Desde siempre se ha catalogado a Josefa Marmanillo como la precursora de este postre que, durante esta parte del año, acompaña a gran parte de peruanos. Se dice que Marmanillo vivió en el valle de Cañete a finales del siglo XVIII en condición de esclava. Ella destacó siempre por su talento en la repostería, por eso decidió demostrar su fe y gratitud hacia el señor de los milagros preparando este delicioso manjar. Fue de esa manera que el turrón se volvió el postre favorito de los limeños y se volvió tradición en el mes de octubre.