Por Juan Pablo Robles

Quienes tuvimos la suerte de tener a Bruno Ortiz como profesor en la universidad, pertenecemos a una élite de comunicadores que nos adaptamos al mundo digital sin problemas. Pero si además trabajamos para él en El Comercio, contamos siempre con un mentor que conocía cuál sería la tendencia de las comunicaciones. Bruno supo antes de la generación de influencers y Community Managers que vendría la era de creadores de contenido. Por ello, luego de mi esposa, es la única persona a quien siempre le acepto sus críticas, consejos y reflexiones de mi contenido. Ahora también cuenta con un espacio llamado «Me estoy volviendo viejo».

¿Cuántos años llevas como comunicador?

Contando desde que empecé mis prácticas en el diario El Comercio —porque es el sitio en el que más tiempo he trabajado—, llevo 25 años. Estoy allí desde octubre del año 1999.

¿Cómo ha sido la transición del mundo analógico al digital?

He tenido la suerte de ser testigo de esa transición porque empecé practicando en el diario cuando la web recién tenía un año. Ingresé a los preparativos para el primer portal serio e informativo que no solo era copiar la versión impresa con información minuto a minuto. Ha sido un cambio bastante duro porque utilizar el soporte digital le da más flexibilidad al periodista en cuanto a publicación, corrección y elementos para crear contenido informativo multimedia. Sin embargo, ha alterado nuestro flujo de trabajo. Ya no hay una hora de cierre. Se replanteó la figura del editor. Básicamente, el redactor web se convirtió en un hombre orquesta viendo todo. El impacto más fuerte va con el negocio, pues el soporte digital reformuló la manera de publicitar.

¿La aparición de creadores afecta la carrera del periodismo?

Creo que es una discusión más hacia dentro que hacia afuera porque, para la audiencia, cualquier persona que está publicando en Instagram o cualquier otra plataforma es considerada como creadora de contenido. Luego se define si se trata de un periodista o no. No sé si estará afectando la carrera directamente, pero como los medios de comunicación están pasando por una crisis desde hace años, los periodistas están buscando una forma de comunicar. Siento que es responsabilidad del periodista mostrar en su contenido que es un profesional de la información.

¿Existe una ventaja para los estudiantes de comunicaciones para ser creadores de contenido?

La popularidad del acceso a internet y la facilidad de las personas para generar contenido ha hecho que la posibilidad de convertirte en creador de contenido sea mucho más democrática que hace 10 años. Hoy, cualquier  persona con un celular y conexión a internet puede crear contenido en cualquier momento, pero es un tema muy simplista. Los que estudiamos comunicaciones aprendemos el desarrollo de herramientas que las afina y afila en el campo. La capacitación profesional académica es importante y ayuda a lograr objetivos de forma más rápida. Los estudiantes de comunicaciones sí van a tener una ventaja diferencial.

Cuéntanos sobre el espacio «Me estoy volviendo viejo»

A inicios del año pasado me interesé por experimentar en los newsletters y me di cuenta de que ya no soy un chico de 20 años. Estoy más cerca de los 50 que de los 40. Entonces, se me ocurrió armar un newsletter con el nombre «Me estoy volviendo viejo» porque  me percibo más renegón que antes por cosas referidas a nuestra profesión y lo que la está perjudicando.

¿Qué recomendaciones le darías a los futuros periodistas y creadores de contenido?

A los comunicadores, que es una carrera complicada, compleja, mal pagada (salvo ciertas excepciones). Es bonito cuando tienes la suerte de dedicarte a algo que te gusta. Le vas a sumar pasión y tu trabajo será mejor. Si uno se dedica al periodismo en particular, la cosa es más sacrificada porque está mal visto, hay poca empleabilidad y muchos creadores de contenido que tratan de difundir información periodística que se concentra en la forma y no en el fondo. Ello incrementa los prejuicios negativos hacia la profesión. Hay que tener ganas y mucho amor porque la satisfacción y retribución se recibe de otra  manera. Para los creadores de contenido, tratar de ser lo más serio y responsables con lo que generan. No significa que no puedan hacer bromas, pero deben ser lo más profesionales posible.