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Cócteles guapos en Almacén

April 29, 20247 min read

Por John Santa Cruz

Esta vez tocó visitar una cevichería con alma y darle foco a la carta de cócteles que promueve Jean Paul Poblet. Atrévete a disfrutar de cada bocado, cada plato y cada sensación en Plasencia 126, Miraflores.

A Renzo se le ve feliz. Esa sonrisa genuina que salta al conversar, asienta un momento que buscaba saborear. Almacén es el aura de un sueño que labró a puro empeño. Quizás la pandemia afiló la resiliencia en él. Donde se empaquetaban las frutas y verduras en ese almacén en la aorta de Surquillo para sacar adelante a su familia en pleno andar de ese 2021 difícil de olvidar, hoy es un recinto del comer sincero y lleno de calidez. El nombre no podría ser otro: Almacén. Luce con tinte remozado, murales que te llevan al ADN de su cocina y una atención familiar. Con otros frentes que atender como Cumpa y El Privado de Cump —también en el barrio—, Miñán reforzó sus sartenes con Alonso Arakaki, novel chef que anduvo en el extranjero y que llega con fuego propio.

«Es un gusto muy personal. Este plus le da mayor volumen a los sabores de los nuevos platos, sobre todo para la carta que tendremos en la noche, donde se notará su mano en la gastronomía más trabajada», comenta. En el día seguirá la carta tal cual con una que otra pincelada, siempre con la consigna del producto bien fresco y la estructura del ajo —como le encanta a Miñán—. Todo bajo un manto norteño que en Almacén no es una moda, sino que Renzo sigue la sazón de su sangre. Es un tipo consecuente. 

En breve Almacén prenderá los focos de jueves a sábado para explorar con carnes, cocciones largas, anticuchos y piqueos nikkei. Los vinos serán las vedettes junto a los cócteles. «Ahora quiero que la experiencia sea completa. Acá todos toman cerveza como en cualquier cevichería, pues así es el ambiente en Almacén, pero sumar una barra sólida le dará una amplitud de experiencia a mis visitantes», agrega. Para ello cerró una alianza con Jean Paul Poblet, quien estaba con su carta pase en la mano luego de dejar parte de su vida en La Mariposario, y con ganas de darle swing a sus cocteleras. «La propuesta llegó hace tres meses y me motivó», conversa el también profesor de Síclo.

Jean Paul tiene sobredosis de buena onda. Ello se nota en cada sorbo de sus palabras y en sus cócteles. En estos primeros pasos con Renzo hicieron match gastronómico. Sus cócteles tienen mucha personalidad y una estructura frutal poco antes vista. Son diez cócteles, donde se siente lo selvático, con notables balances en dulces, en acidez y en estructura. Para darle un poco de quimba, los nombró con creatividad de disco de reggaetón clásico. Iniciamos el tasting con «Piraña tu terror» (S/33). A base de Torontel 1615, un poco de Flor de Caña 4 años y Plantation OFTD estilo overproof, camu camu, copoazú y guayaba. El juego de ahumados, frutos ácidos y la tenacidad del blend de rones hicieron que mi sensibilidad femenina (suave) se active con la coctelería de Poblet.

Llegó el segundo. «Mi Pimentel» (S/33)  viene con coco, durazno y piña como base, gin y una infusión de vodka con limón. Fresco, directo, agudo en boca. Para tomarte unos tres. Después está «Bloddy Levantador»: vodka infusionado en notas orientales, pisco macerado en ají mochero, jugo de tomate y aceitunas verdes para cerrar. Con este cocktail se le derramó la escuela del ‘Tigre’ Gutiérrez. Regreso mil veces por esta delicia.

La música daba brillos a aquella tarde. Un latin para probar el «Pulpo Achorado» (S/35). Recayó nuevamente en el juego de rones. Gustos son gustos. Puedo acotar que hay más etiquetas de la misma familia que te pueden dar esa complejidad sin tener que blendear. Esta vez sumó Barceló Añejo, Barceló Dark y cerró con el Overproof. Para darle sutileza optó por chirimoya y tumbo con un jarabe de especias. Pasamos al «Tijuana Peruana» (S/35). Desde el nombre ya chuntas que la magia la dará Aqará con su licor de agave y unos mezcales para la columna vertebral, Licor 43, piña y maracuyá. Se viste al final con cerveza. Complejo, muy de boca, pero fresco por la acidez del maracuyá. La piña es clave para jalar la experiencia hacia arriba.     

Finalmente, bebí «Penicilina del Pacífico» (S/35). Un clásico en épocas de TikTok. Va con Jhonnie Walker Double Black, el mismo vodka infusionado con especias orientales, miel de kion y un besito de limón. Redondo. Regreso también por este cocktail. Antes de irme, me lanzó «La Inalcanzable». «Tiene carta de santa, pero es tremenda malcriada», reza la descripción en la carta de cócteles. Yo que soy débil al castigo, pues lo probé: camu camu (repite), marrasquino, lychee para darle la santidad. El pecado se lo pone el Flor de Caña y el mezcal. Ya saben por donde va el estilo de bebidas de Almacén (@almacencevicheria). Grata visita.   

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