Loading
Audio Player
Open
Post Image

Chema Tovar: explorador de sabores, narrador de historias

April 9, 20256 min read

Chema Tovar ya se siente peruano. Es antropólogo, pero le apasiona escribir sobre todo tipo de gastronomía y descubrir nuevos cénits culinarios. Ello lo llevó a tener una columna en la prestigiosa revista Caretas, a la que denominó Ají Amarillo. 

Cuéntanos un poco de ti y de tu trayectoria

Estudié antropología en Venezuela. He trabajado toda mi vida como director creativo en agencias de publicidad. Vine a Perú por las circunstancias en las que se encontraba mi país.  A pesar de trabajar mucho, los anaqueles estaban vacíos. En los restaurantes, si ibas a comer, por ejemplo, a un lugar de comida rápida, te decían que no contaban con salsa de tomate. Luego, más cosas comenzaron a hacer falta y tenía que buscar. Conseguí trabajo en Perú por internet. Estuve en una agencia de publicidad que no resultó bien, pero fue bueno para empezar. Ya llevo aquí ocho años. 

¿Cuándo comienzas a escribir sobre gastronomía?

Siempre me gustó escribir. Tengo una maestría en escritura creativa y he tomado muchos talleres. Estudié historia de la gastronomía con Rosario Oliva Weston e hice poesía muchos años con Armando Rojas Guardia. Creo que la antropología, más que una carrera, es una forma de vida. Para mí, comer siempre ha sido una pasión. 

¿Cómo llegaste a Caretas?

Tengo un proyecto personal que se llama ‘Cartas de Amor por Encargo’. Yo me siento en algunos lugares, la gente me cuenta historias y escribo esas cartas. Un día vino Diana Zileri , le escribí una carta y comenzamos una bonita amistad. Empecé a hacer cosas para Caretas porque tengo una formación en marketing político que hice en Perú. Luego, realicé un trabajo en Youtube llamado ‘Todo pasa y todo queda’. Son entrevistas a migrantes de diferentes partes del mundo que viven aquí. Luego, se abrió la posibilidad de una columna. Tengo un año y medio con Ají Amarillo. 

¿Por qué Ají Amarillo?

Divido mi vida antes y después del ají amarillo. El ají en Venezuela es dulce. Lo que hay en Perú es completamente nuevo para mí. Como eres lo que comes, cuando empecé a consumir comida peruana, el ají amarillo se incorporó a mi cotiadineidad. Cada quince días sale la columna que denominé con este nombre en Caretas. Es una bendición ser una de las pocas personas que está escribiendo en un medio impreso. Es un target bastante complejo, porque hay gente que vive de la añoranza. Los lectores de la revista representan un segmento bastante alto de la población. 

¿Qué es lo que te destaca a tu columna?

Como antropólogo, siempre estuve interesado en el tema de que eres lo que comes. A mí me gusta hablar de los restaurantes y los sitios donde voy, pero desde la gente que trabaja en esa cocina y de cómo lo hace. Abordo toda esa historia que hay detrás. He llegado a lugares donde otros medios no están llegando. Hablo de restaurantes en Chorrillos, San Miguel o en Residencial San Felipe. Trato de ser lo más honesto que puedo. Cuando uno desarrolla una habilidad como contador de historias y cuando cuentas algo en una columna, estás narrando tu experiencia personal.

Estás escribiendo una novela. ¿Qué tema vas a abordar?

La novela se llama ‘Ese vestido de flores que nunca voy a ponerme’. Habla sobre el tema de las promociones como andamio de vida. La estoy contando desde tres puntos de vista. Hay un chat donde son 29 personas, ya que una falleció de cáncer de mama. En otro hay 14 y uno es más pequeño con 6 integrantes. Están organizando un viaje de promos después de treinta años, pues el plan se cayó originalmente por el terrorismo de los 80. Han añorado toda su vida por ello. 

Después de todo este tiempo en Perú, ¿qué te llevas de lo que va de tu aventura culinaria?

Sería irresponsable decir que soy un crítico gastronómico porque estudié antropología. Tengo una percepción de lo que yo soy capaz de comer a través de un proceso netamente subjetivo que cuenta los placeres que a mí me produce. Además, estoy bendecido de contar con el prestigio de Caretas, pues me ha permitido pisar grandes restaurantes. Todo lo que sucede alrededor de la mesa a mí me parece muy importante. Incluso en casa, todos merecemos comer bonito.

0 People voted this article. 0 Upvotes - 0 Downvotes.

What do you think?

Show comments / Leave a comment

Leave a reply

Loading