Andrés Sanchez, enólogo de Gillmore Wines, estuvo de visita para presentar su línea de vinos Del Maule compuesta por variedades italianas ensambladas con el terroir chileno. Asimismo, realizamos el ejercicio de catar más de 20 etiquetas de vino peruano en Casa Colina junto a Pedro Cuenca y el equipo de Peruvino.
Fotos: Daniel Yong
Gillmore es una de las firmas más interesantes que tiene Chile. Sus vinos premium como Mariposa o Vigno cautivan desde la primera olfacción hasta los maridajes con los que podemos acompañar una copa. Pero este prestigio no es cosa de azar. Andrés Sanchez es el responsable de que Gillmore mantenga un rumbo firme y que siga otorgando vinos que revolucionan el mercado. Estudió Ingeniería Agronómica en la Universidad de Chile para más adelante especializarse en enología y viticultura. «En mis primeros pasos laborales conocí a un francés que me permitió hacer vino en una pequeña parte de una bodega. No tenía idea de la magnitud que esto representaría para mí. Era una compañía llamada Viñas y Bodegas Jackson en Chile (Kendall Jackson)», relata.
De hecho, Andrés es de aquellos que edificaron la industria vitivinícola chilena. Recorrió el país de norte a sur: desde Limarí hasta Itata. «Siendo tan joven, fui realmente afortunado. Hice lo mismo en Argentina», dice. En 1996 trabajó en California, luego volvió a Chile y empezó a trabajar en el Maule. «Los vinos chilenos tienen una tendencia marcada al estilo francés por la cantidad de variedades que llegan al país. Sin embargo, eso no me parecía suficiente para que un vino sea totalmente interesante. Necesitábamos variedades que se amolden al calor», señala. Así apostó por las vides italianas. Embarcó un proyecto llamado Vita Vitis: vinos nuevos para nuevas ideas.
Finalmente, las variedades palparon el terroir de Gillmore. Entre ellas Vermentino, Aglianico, Montepulciano, Primitivo, Sagrantino, Dolcetto, Cesanese y más. La línea Del Maule acoge lo mejor de Valle de Loncomilla: esencia italiana con el molde chileno. «La gran contribución de las variedades italianas se puede resumir en vinos que te llenan la boca, pero no pesan», confiesa el enólogo. Luego de catar uno a uno, puedo admitir que cada botella es mejor que la anterior. Con esto, Andrés demuestra que la industria puede ser vista desde otro ángulo y que no todos los vinos deben tener el mismo corte. Otra genialidad que produce es, sin lugar a dudas, Vigno. «Es la innovación más grande del vino chileno en los últimos 25 años. Producir un 100% Carignan con plantas antiguas es realmente alucinante».
Aunque su paso por Perú va enfocado en presentarnos sus nuevas etiquetas, también aprovechó en catar nuestros vinos en colaboración con Pedro Cuenca y Peruvino en Casa Colina, restaurante que exhibe el portafolio de todas las marcas de vino locales distribuidas por regiones y estilos. «Entender la comida peruana fue un reto. Me di cuenta rápidamente de que esta maravillosa gastronomía no contaba con tantos vinos que pudieran acompañarla. Supe que la producción de vino en Perú ha mejorado considerablemente. Por ello quise apreciarlo de primera mano», manifiesta. Entre las más de 20 etiquetas de Lima, Ica, Moquegua, Tacna y Arequipa, Sánchez logró identificar los aciertos en este proyecto.
«Considero que Moquegua e Ica tienen mucho potencial para hacer buenos vinos. Es interesante lo que hacen en todo el país con sus vides autóctonas (patrimoniales). No hay que forzar una variedad, sino entenderla como instrumento para llegar al objetivo. Este es un trabajo que inicia de cero, pero con el apoyo necesario van a conseguir avanzar. Se necesita de quienes gusten invertir y se tomen el tiempo de apreciar el producto», asegura. «Si tengo que nombrar mis favoritos me quedo con el Blanco Patrimonial de Pampas de Ica, Moscatel de Alejandría de Raíces Negras, Quebranta Rosé de Intipalka y Moscatel Negro de Renacer por nombrar algunos. Todos deberíamos realizar este ejercicio cuando estemos por Perú. Es realmente lúdico», puntualiza.
Si deseas apostar por vinos que marcan la diferencia, el portafolio de Gillmore Wines está disponible en La Enoteca (Av del Ejército 763, Miraflores) (@laenotecalima) gracias a su distribuidora oficial en el canal horeca The Wine Ware House (@the_winewarehouse).