Dialogamos con Sergio Perviu, Export Manager de Falasco Wines, quien nos explicó los detalles de la nueva línea disruptiva de vinos que ha llegado a Perú de la mano de Grupo Tabernero: Chateau Subsónico.
Desde 1939, la familia Falasco decidió sumergirse en la industria vitivinícola. La primera generación llegó a Chacabuco en Argentina, desde su natal Italia, donde todo comenzó. Tenían fraccionadoras como en las grandes ciudades y compraban vino a granel en Mendoza y San Juan. En 1983 ocurrió la independencia del país vecino, por lo que los senadores mendocinos hicieron una ley que decía que todos los vinos debían estar envasados según su origen. Debido a ello, los Falasco se trasladaron hacia Mendoza, donde compraron una bodega llamada Balbo. Más adelante fundaron Los Haroldos que hoy está entre las más grandes de Argentina. A mediano plazo van a hacer un restaurante y boutique para quienes los visiten.
Con 80 años de historia, actualmente la bodega es comandada por la cuarta generación. Francesco Falasco (hijo de Jorge) apostó por crear un vino de autor. “Él es DJ y artista, por lo que todas las etiquetas de nuestra línea Chateau Subsónico están diseñadas bajo su autoría. ‘Chateau’ significa bodega en francés y marca el origen del vino a nivel mundial, mientras que ‘Subsónico’ hace referencia a los sonidos que la audición no alcanza a escuchar. Son cinco vinos jóvenes que buscan llegar a sus contemporáneos”, menciona Sergio Perviu, Export Manager de Falasco Wines.
Cuatro de los que conforman esta línea son bivarietales con el 84% de Malbec y el 16% de Ancellota, Merlot, Cabernet Sauvignon y Petit Verdot. En su mayoría de formación aluvional con profundidades variables entre 40 cm y 1.2 metros, de buen drenaje y limitado contenido de materia orgánica. Todo es artesanal. Alejandro Cánovas es el enólogo de esta línea, quien los coloca en barricas de roble francés de segundo uso durante 12 meses, donde el 50% del líquido pasa por ellas. Un común denominador entre ellos es que presentan a la vista un color rojo profundo con destellos violáceos. En nariz son vinos complejos con notas a mermelada, higos maduros y frutas secas negras. De entrada amable, taninos jugosos y largo final en boca. En palabras de Sergio, son ideales para acompañar carnes rojas y pastas.
Asimismo, cuentan con un blanco que es 100% Pedro Giménez que aún no ha llegado a Perú. Provienen de un parral de 40 años de antigüedad; así como suelos de origen eólico, franco arenosos y limo arenosos. A la vista presenta agradable color amarillo pálido con tonalidades verdosas. En nariz destacan las frutas blancas como pera, duraznos blancos y manzanas verdes con notas ligeras de flores blancas. En boca es de impacto dulce y agradable, de cuerpo untuoso, bien refrescado por la acidez que le da larga persistencia en boca. Ideal para acompañar con tablas de quesos y frutos secos, pastas livianas, ensaladas frescas o empanadas criollas.
“Ilusionista, Cambiador, Artista y Navegante son imágenes para esta línea de vinos disruptivos que ha diseñado Francesco. Estamos aquí desde hace un mes gracias a Grupo Tabernero por el canal Horeca y ya agotamos stock. Cabe resaltar que vamos más de 20 años en el mercado peruano. Empezamos con vinos de rotación y ahora nos arriesgamos con productos de autor. En Argentina tenemos casi todas las vides de Europa, pero no se suelen comercializar salvo para vinos de corte. Nuestros enólogos han apostado por innovar y presentar estas uvas al consumidor”, concluye Perviu.
Escribe: Valeria Burga (@vale_burga26)