Visitamos Saya, un espacio confortable que ofrece diferentes experiencias para que quienes los visitan puedan disfrutar en cualquier momento del día. Aquí la experiencia que compartimos dentro de MGallery Manto Hotel (Calle Los Libertadores 490).
Escribe: María Elena Cárdenas
Saya Terraza & Bistro es el restaurante que se encuentra dentro de MGallery Manto Hotel. Es un restaurante mediterráneo de confort food con un concepto fresco y divertido hecho para todo tipo de clientes, en un espacio con una decoración que invita a relajarse y deleitarse. Nos recibió Carlos Zegarra, el chef ejecutivo del restaurante. Con tan solo 31 años ya lleva 15 de ellos de experiencia en la cocina. Se formó en restaurantes como Francesco, Cala, Costa Verde. Fue jefe de cocina en Zsa Zsa, el restaurante de Rodrigo Conroy. Vivió un tiempo en República Dominicana donde trabajó en una importante corporación de restaurantes del país.
A su regreso, ingresó a trabajar en Mayta y luego junto a Rafael Piqueras ayudándolo a abrir su restaurante. Finalmente, llegó a la familia Saya donde busca darle una nueva estructura y remodelación a la carta, la misma que se destaca por su fusión moderna de cocina mediterránea, pero reflejando su inspiración en la despensa peruana, como un homenaje a los artesanos y a los productos de temporada. Transformar los productos en experiencias elevadas es la finalidad de su propuesta. Por esto trabajan con la política de ‘Kilómetro 0’, exigiendo el uso de productos locales de artesanos y pescadores de la región, agricultores que traigan artículos de temporada, buscando ser una cocina sostenible y local con toques mediterráneos.
Carlos quiere hacer que el concepto no solo sea un restaurante de hotel, sino de competencia a nivel nacional que se sienta cómodo y divertido con una experiencia elevada donde los platos son bien trabajados y respetados. Su filosofía es siempre dar la mejor opción del producto. Para conseguir esto, no solo cuidan lo que ofrecen a los clientes, sino también a sus trabajadores. Con el departamento de talento y cultura cuidan el clima laboral del trabajador que es valorado como un cliente más con actividades que incluyen tardes de cine, juegos de mesa, y acciones que los mantengan motivados e involucrados.
Esta fue nuestra primera visita al restaurante, así que el chef hizo una selección de platos y cada uno de ellos fue explicado por él. Empezamos con unas alcachofas en salsa de yemas, batidas con su propia agua de cocción, crema de leche y parmesano, además de aceite de trufas y selladas en chimichurri y con limón rayado aportando frescura al plato. Continuamos con unas Conchitas Batayaki bañadas en mantequilla pomada con toques orientales, ajo crocante y cilantro frito. Seguimos con un tartar de salmón especiado que usa el humo como ingrediente. Toques de eneldo y palta en dos texturas acompañados de unas tostadas que ellos mismos preparan. La verdad es que este plato es una verdadera delicia.
Mientras esperábamos los siguientes platos, llegó la hora de la bebida. Cecilia Monzón, jefa de bar, preparó un cocktail llamado la Chingona en honor al empoderamiento femenino y a la cultura mexicana. Incluye en su receta Mezcal, tequila blanco, lillet blanc, sirope de manzana ácida y soda de manzana verde decorado con colores hechos de mantequilla de cacao. Este cocktail es parte de la nueva carta de bebidas que estrenan para estos días de verano. Seguimos con este tour por los platos del restaurante y le tocó el turno a los que el chef denomina como platos estrella: el Ceviche Signature y el Pato a la naranja.
El Ceviche Signature es una versión de nuestro clásico plato bandera, pero con una crema hecha de verduras blancas, cebolla, papa, apio y un secreto del chef, creando una textura que aportó mucho a esta nueva forma de preparar un ceviche. Una delicia. El Pato a la naranja, un exquisito magret bañado en salsa de naranja china y tocino, espuma de Cecina y papitas fritas al tomillo. Un plato con diferentes texturas cremosas, crocantes y sabores salados y dulces que juntos en boca crean una experiencia inmejorable.
Ahora le tocó el turno a los Gnoquis cacio e Pepe, una pasta artesanal hecha en Saya, salsa de quesos y pimienta recién molida, que también tiene un secreto del chef. Los mejores que probé en mi vida. Finalmente, un Steak frites en salsa a las tres pimientas que estaba en el punto exacto de cocción para poder disfrutar la carne como corresponde para que se mantenga jugosa y sabrosa. Para cerrar la experiencia llegó el momento del postre y nos ofrecieron una Crema volteada de avellanas y jalea de maní con textura crujiente de cacao. Un postre para compartir, pero que en realidad podría disfrutarlo sola. Delicioso.
Nosotros elegimos el almuerzo para visitarlos, pero tienen varias propuestas. Entre ellas los jueves de Barra Marina donde por 69 soles prueban ilimitadamente un buffet de platos fríos como leche de tigre, cevichitos, causitas, pulpo al olivo, y calientes como parihuela, arroz con mariscos y también mini postres como Tiramisú, Merengado de Chirimoya y Cheesecake de frutos rojos. Además, pueden disfrutar de un desayuno buffet o de la tea time y, para los amantes del vino, pueden optar por la opción de comprar una botella desde 100 soles que incluye una tabla de quesos producidos en comunidades peruanas.
Los invito a que disfruten de esta experiencia en esta temporada de verano. La terraza es ideal para ello. Encuéntralos en Calle Los Libertadores 490, San Isidro de 6:30 pm a 11:00 pm.
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