Ubicado en el corazón de La Victoria, este huarique revive los sabores tradicionales que la gastronomía peruana estaba perdiendo.

Fotos: John Santa Cruz

Un homenaje a la cocina criolla

En la esquina de Isabel La Católica con Luna Pizarro, a pocos pasos del Estadio Alejandro Villanueva, se encuentra El Sabor de Color y Ficho, un restaurante que celebra los platos criollos de antaño. Su propuesta es clara: rescatar los sabores que, en las mesas familiares de otras épocas, llenaban de calidez y alma cada comida. Aquí, la patita con maní, el cau cau y la carapulcra con sopa seca son mucho más que opciones del menú; son reliquias culinarias.

El cau cau que redefine el sabor

La primera cucharada del cau cau de este huarique puede cambiar tu percepción de este clásico plato. La textura impecable, las papas cortadas con precisión y un jugo lleno de sabor lo convierten en una obra maestra. Pero este es solo el comienzo: los fines de semana son legendarios gracias a los frejoles con seco, el estofado de res y el imbatible chanchito a la caja china. Cada bocado es un regreso a la tradición.

El alma detrás de los fogones

Este huarique es el fruto del sueño compartido por Alex Aguayo y Percy Escobar, conocidos como «Color» y «Ficho». Amigos inseparables y fieles hinchas de Alianza Lima, decidieron apostar por rescatar la cocina criolla en su esencia más pura.

Alex, devoto del Señor de Los Milagros y exagente inmobiliario, dedica largas horas a la preparación de platos que requieren paciencia y dedicación. Desde las primeras horas de la mañana, se encarga del cocimiento de vísceras para que clásicos como el mondongo y la patita estén listos al mediodía.

Frejoles que cuentan historias

Los fines de semana, los frejoles cobran protagonismo en combinaciones que varían según el día: con seco de res los viernes, estofado los sábados, y pato o cabrito los domingos. Para cerrar con broche de oro, la carapulcra con sopa seca es una apuesta segura. Además, los sueños no terminan: en el horizonte están delicias como la tripulina, la lengua estofada y el escabeche de bonito, que llegará con fuerza en verano.

Más que un restaurante, un culto a la tradición

El Sabor de Color y Ficho es más que un lugar para comer; es un espacio donde la cocina criolla se vive con intensidad y pasión. Desde sus recetas hasta su atmósfera cálida, este huarique invita a redescubrir el sabor de lo auténtico.

Visítalo y descubre por qué la tradición culinaria tiene aquí su mejor representante.