Cipriani, un nombre emblemático de lujo y refinamiento en el mundo de la hospitalidad, llega al mercado con dos Proseccos que capturan la esencia de la elegancia italiana. Sus Proseccos DOC y DOCG no solo ofrecen frescura y calidad excepcional, sino que también reflejan el legado de la marca en el arte de la buena vida.
¿Qué diferencia al Prosecco DOC del DOCG?
El Prosecco DOC (Denominazione di Origine Controllata) se elabora en las zonas selectas del noreste de Italia, donde la uva Glera se transforma en un vino espumoso, fresco y vibrante, con normas de producción que garantizan calidad constante. Por otro lado, el Prosecco DOCG (Denominazione di Origine Controllata e Garantita) representa la máxima expresión de calidad, con un origen en áreas más exclusivas como Conegliano-Valdobbiadene. Este nivel de Prosecco se caracteriza por su precisión en el proceso, produciendo vinos de gran prestigio y personalidad única.
El Prosecco de Cipriani: frescura y versatilidad para cada ocasión
El Prosecco de Cipriani es ideal para el verano gracias a sus burbujas ligeras y notas frescas. Servido frío, entre 6 °C y 8 °C, este vino espumoso resalta en momentos cálidos y combina a la perfección con ensaladas, mariscos y tapas. Para disfrutarlo al máximo, se recomienda usar copas tipo flauta o tulipán, las cuales concentran sus delicados aromas y permiten apreciar sus burbujas finas.
Un clásico para cócteles y aperitivos
Ya sea solo, como aperitivo, o en cócteles icónicos como el Aperol Spritz, el Prosecco de Cipriani es una elección versátil. Su acidez equilibrada y sus notas afrutadas realzan cualquier experiencia, siendo perfecto para disfrutar en compañía y brindar por los pequeños lujos de la vida.
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